El ser humano está hecho para vivir con los pies en la Tierra. Y esto no es simplemente un refrán sino que tiene su sentido biológico y energético.
El mal de altura
Lo ideal es habitar lo más cerca posible del suelo.Hoy día no es lo habitual ya que normalmente vivimos en edificios o casas de más de una planta. El problema es que mientras más alto sea nuestro edificio, más nos alejamos del efecto beneficioso de la Tierra.
Uno de los objetivos de las armonizaciones geopáticas es restablecer el máximo de influencia beneficiosa del campo magnético terrestre que podría llegar a tener esa vivienda.
La tan necesaria toma de tierra
Estar cerca del suelo nos permite descargar nuestro cuerpo de la carga mental y emocional acumulada durante el día. Además de la electricidad estática generada por el contacto continuo con materiales plásticos y sintéticos. No en vano todas las disciplinas energéticas aconsejan caminar descalzos por el campo para recargarnos de energía positiva. Y esa recarga se produce porque también descargamos en la tierra parte de nuestra negatividad acumulada. Resulta obvio que para recargarse primero hay que descargarse. Como seres energéticos que somos, el contacto con el suelo (siempre que sea de un material natural: tierra, arena, madera, piedra…) representa para nosotros una auténtica toma de tierra.Otros factores que debilitan el campo magnético terrestre
Además de la altura de los edificios, otros factores que afectan al campo magnético terrestre que recibimos en nuestra vivienda son:- El hormigón (presente en la mayoría de edificios).
- Las corrientes de agua subterráneas de origen natural.
- Las fallas geológicas.
- Las chimeneas cosmotelúricas.
¿Quieres restablecer el campo magnético de tu Hogar?
Con amor,