Una casualidad me llevó a descubrir que las entidades oscuras no sólo parasitan a los humanos vivos, sino también a los que no lo están.

Hay algo raro aquí
En la armonización de una vivienda que hice recientemente, encontré varias almas perdidas.
“Bueno” – dirás- “¿y qué? Tú siempre dices que encuentras almas perdidas en todas las casas“.
Es que esas almas tenían un porcentaje de negatividad muy alto.
No es lo normal.
Lo que yo denomino “almas perdidas” o “almas bloqueadas” no suelen tener un gran nivel de negatividad, eso corresponde más bien a los desencarnados (almas perdidas que conscientemente NO quieren ir a luz porque están muy cómodos aquí parasitando), o a otro tipo de entidades oscuras con alto grado de conciencia propia.
Las almas perdidas son personas como tú y yo que simplemente no tienen cuerpo.
Y no suelen ir con mala intención hacia los vivos.
Están perdidas, viven su “vida” en su propio bucle etérico y muchas ni siquiera saben que están muertas.
Enviando almas a la luz
Empecé preguntando al péndulo (no a las almas) cuál era el motivo de esa negatividad.
¿Podría ser que estuvieran enfadadas? NO
¿Tenían que resolver algún asunto pendiente en la tierra? NO
¿Tenían que resolver algo con los habitantes de la vivienda? NO
¿Podría ser que hubiera algo externo que las estuviera alterando? SI
…
Y después de un buen rato de preguntar, descubrí que lo que les pasaba es que tenían un parásito astral enganchado. Una entidad oscura que se les enganchó cuando estaban en vida y que les estaba acompañando también en la muerte, lastrándolas e impidiendo que se fueran hacia la luz.
Y ¿esto cómo se arregla?
La lógica me decía que había que eliminar primero el bicho para que así quedaran libres de la “cadena” o lastre que las estaba atando a este mundo.
Después intenté averiguar la máxima información posible sobre las circunstancias de que ese enganche sobreviviera a la falta de cuerpo (no es lo habitual, ya te digo).
Las entidades parásitas necesitan que haya una fuente de energía de la que beber, preferiblemente un ser vivo que genere emociones.
La causa de ese enganche tan fuerte fue una muerte debida a una enfermedad que causó estragos en una época pasada. Una enfermedad que causó mucha mortalidad y que tenía un egrégor de horror y sufrimiento importantísimo.
Pero esto lo contaré en otro artículo porque hay bastante chicha que cortar 😉
Fue eliminar el parásito y las Almas pudieron irse a la luz sin más resistencias.
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