Las mujeres somos cíclicas y eso es algo que, queramos o no, afecta a nuestra productividad. Pero ojo, eso no quiere decir que seamos menos productivas, no no no… solo que durante las diferentes fases del ciclo nos “especializamos” y se nos dan mejor unas tareas u otras.
Conociendo esta realidad puedes programar tus actividades diarias para sacar el máximo partido a cada fase.
Mantente en armonía con tu ciclo menstrual
Hay días en que te cuesta pensar, otros en los que pasas de la risa al llanto y otros en los que no te muerdes la lengua para nada.
[piopialo]Para estar en armonía contigo misma es imprescindible ser consciente de en qué fase del ciclo estás.[/piopialo]
Así entenderás por qué te sientes así y, sobretodo, comprenderás que tu comportamiento ES NORMAL y que no eres histérica ni voluble. Ese es un cliché equivocado que todavía pende sobre el inconsciente colectivo, que valora la linealidad por encima de la ciclicidad.
Ventajas de la ciclicidad
La principal ventaja desde mi punto de vista es que ser cíclica implica una renovación constante.
Cada mes, tu cuerpo se desprende de lo que no necesita y se prepara para un nuevo ciclo.
Y si este concepto lo extrapolas a tu mundo emocional y mental, verás que tu comportamiento tiene muchos paralelismos con las estaciones del año:
primavera –> crecimiento
verano –> expansión
otoño –> recogimiento
invierno –> descanso
A continuación te describiré brevemente cómo puedes reconocerte en cada fase. Y si deseas profundizar más en el tema, te recomiendo echar un ojo a lo que escriben las expertas Erika Irusta de El Camino Rubí, Laia Oráa de Casa de Luna o la coach Lily Yuste.
Preovulatoria (primavera)
En la fase preovulatoria (justo al acabar la menstruación) es cuando mejor se te darán aquellas tareas que requieren concentración y darle mucho al coco. Sería un buen momento para planificar tareas o estudiar esos manuales en PDF que tienes pendientes de leer.
También notarás que necesitas más tiempo para tí misma, ya que buscas tu espacio y tu independencia.
Ovulatoria (verano)
En la ovulatoria estarás expansiva e irresistible, así que será uno de los mejores momentos para:
- Las reconciliaciones familiares (sobre todo con tu madre).
- Quedar con tus amigas.
- Hacer vida social.
- Las reuniones de empresa, charlas o ponencias en las que tengas que hablar o convencer.
Premenstrual (otoño)
En la premenstrual, tu intuición y creatividad se disparan hasta límites insospechados. Personalmente es la fase que más me gusta, ya que estoy descubriendo el potencial “guerrero” de esta fase. Es un buen momento para:
- Redecorar y hacer limpieza de trastos en casa (tu premenstrual no tendrá piedad ni remordimientos).
- Establecer tus límites en tus relaciones.
- Cortar con personas o situaciones que no te aportan nada positivo.
- Protestar.
- Escribir, pintar, tejer, modelar… todo lo que implique usar las manos para crear.
Menstrual (invierno)
Como los árboles en invierno, en la fase menstrual necesitarás dormir. Y mucho. Es la fase que te pide más descanso (y en nuestra ajetreada vida pocas veces le hacemos caso).
Tu mente funcionará lo justito para no parecer lela, así que no es el mejor momento para ponerse a estudiar o hacer números, si no es estrictamente necesario.
Eso si, tu corazón está conectado con tus instintos y te llegarán muchos “flashes” de información (incluso a través de los sueños). Apúntalos en un papel para no perder las ideas, y espera a que la “cerebrito” preovulatoria se encargue de darles cuerpo.
¡Yo estoy comenzando a organizarme de acuerdo a mi ciclo! Y sí, se nota… veo todo lo que se describe en mí, en los sentimientos, emociones, ganas de hacer determinadas cosas… veré qué tal cuando lleve un mes, por ahora ya me he organizado algunas cosas 🙂
Gracias Carolina, por comentar 🙂
Yo empecé a interesarme por el tema cuando tuve a mi pequeña. Sentí que quería recibir de nuevo a mi ciclo de una manera diferente, más consciente. Intuía que “algo” estaba fallando en la relación que tenemos las mujeres con nuestras reglas: no podría ser que nos lleváramos tan mal con una función de cuerpo que permitía traer vida a la Tierra, ¿no?
Es un tema apasionante que espero poder transmitir a mi hija cuando llegue el momento, para que viva su ciclicidad con naturalidad, y por qué no, con alegría.
PD: por cierto, tienes una web preciosa!