Hoy me gustaría compartir contigo unas pequeñas reflexiones sobre el concepto de hogar en armonía.
¿Qué es un hogar en armonía?
Para mi el hogar es aquel lugar donde te sientes bien. Donde tu cuerpo, tu alma y tu mente se sienten en armonía con todo aquello que te rodea.
No es necesario que tenga cuatro paredes, ni siquiera un techo. Cuándo tu hogar está en armonía contigo tu espíritu se siente en paz.
La elección de Hogar
En los albores de la humanidad establecíamos nuestros asentamientos en función del soporte vital que éstos nos ofrecían: cercanía a fuentes de alimento, agua, refugio… y cuando el asentamiento dejaba de sernos útil lo abandonábamos y buscábamos otro.
No teníamos todavía apego a lo material.
Habíamos desarrollado una conexión tal con el entorno que nos hacía sentir si el lugar en el que estábamos era apropiado o no.
Percibíamos las radiaciones de las corrientes de agua subterráneas y las geopatías.
Reconocíamos de manera innata los enclaves de poder.
Sabíamos instintivamente que no debíamos establecernos en los cauces de los ríos y en otros lugares donde la naturaleza nos pudiese jugar una mala pasada.
Y ahora, ¿tu hogar encaja contigo?
Actualmente ya no tenemos ese instinto.
O más bien si, aunque está aletargado, dormido, atrofiado.
Los parámetros que seguimos a la hora de buscar piso o casa para vivir han cambiado hacia aspectos prácticos y materiales: el precio del alquiler, el número de metros cuadrados o la distancia al colegio de los niños.
También es cierto que actualmente no es posible edificar donde nos de la gana, ni la gran mayoría de nosotros podemos permitirnos el lujo de elegir el terreno, los materiales de construcción o la orientación de nuestra casa, y hacerla por tanto a nuestro entero gusto.
¿qué hay en tu hogar que te está causando distorsión?
Pero si nos acercamos un poquito a nosotros mismos y pegamos la oreja, podremos escuchar la voz del instinto dormido.
Es esa vocecilla que te dice “no estoy del todo a gusto aquí”. Es esa sensación de ansiedad en la boca del estómago, un escalofrío al entrar en una habitación, unos vellos de punta… son sensaciones muy sutiles y en un mundo tan poco acostumbrado a escuchar la voz de lo sutil, es difícil darnos cuenta de lo que nos está pasando y poder ponerle remedio.
Porque aunque tu hogar no sea el mejor lugar del universo, puede llegar a vibrar con tu alma.
¿Y tú? ¿Oyes esa voz? ¿Sabes si tu hogar encaja contigo?
Con amor,
