¿Te has parado a pensar los diferentes tipos de energías negativas que pueden afectar a nuestra vivienda?
Si estás pensando en mudarte, échale un ojo al artículo porque te interesa saberlo 😉
El historial energético
Esto es importante a tener en cuenta, ya que no es lo mismo vivir en una casa antigua que ha pasado de generación en generación, que vivir en un adosado de nueva construcción.
Las personas que habitaron un lugar dejaron su impronta energética en las paredes durante el tiempo que hubieran estado viviendo allí, a través de sus vivencias y las emociones que se generaron.
Mientras más propietarios haya tenido tu casa, más carga energética habrá acumulado
El terreno
Leyendo esto quizá a muchos de vosotros se os vendrá a la mente la película “Poltergeist”, en el que la casita en cuestión (tela marinera lo que había allí) estaba construida digamos sobre un terreno no muy adecuado.
Es obvio para cualquiera que construir un bloque de pisos sobre un cementerio o un antiguo campo de batalla no es muy buena idea.
Pero pocas veces los constructores lo tienen en cuenta (y menos durante el boom de la construcción, que construían hasta en las rotondas). Difícilmente podremos conocer qué había antes en el terreno donde está construida nuestra casa. Así que si tienes la posibilidad de hacerlo, bien preguntando a los vecinos más ancianos o directamente en el Ayuntamiento, hazlo porque tendrás una información muy útil en tus manos.
Aquí entran en juego también las geopatías. Las corrientes de agua subterráneas de origen natural, así como las fallas, tienen su influencia energética sobre la vivienda y sus habitantes.
Luz y aire suficiente
La luz del sol es un gran mecanismo de limpieza energética, no sólo para los seres vivos, sino también para edificios. Pensemos por ejemplo en los constructores de catedrales. Situaban los rosetones en los lugares en los que la luz del sol incidía sobre ellos de una manera especial, a cierta hora del día, para que los fieles se sintieran “bendecidos” por la luz celestial. Esos constructores sabían muy bien lo que hacían 😉
Mientras más ventanas tenga tu hogar, mejor. Y cuando estés en casa ábrelas. Deja que la luz y el aire limpien y renueven el ambiente.
Ten en cuenta que los lugares oscuros y de difícil ventilación suelen estar más cargados energéticamente.
El entorno
Sobretodo en ciudad, los hogares tienen que convivir con otros elementos del paisaje urbano que no siempre tienen buena vibración.
En un piso hay vecinos arriba, abajo y a los lados. Y cada uno con su correspondiente router wifi.
Energéticamente tampoco es lo mismo tener delante de tu casa un polígono industrial que un parque o un colegio, por ejemplo. O que en la azotea del edificio de al lado hayan instalado una antena de telefonía móvil.
Las energías de lo que haya alrededor de tu casa también afectarán en cierto modo a la tuya.
¡Aaarrgg! ¿Y entonces qué hago?
Tranquilo, que todo tiene solución. Y no, no es cambiarte de casa. Aunque tu hogar estuviera en medio de Mordor existen maneras de armonizarlo y de neutralizar muchas de las energías nocivas:
a) Uso de minerales de protección y orgonites en lugares concretos.
b) Revisar los objetos que puedan transmitir energía nociva.
c) Recolocar el router wifi lo más lejos posible de los dormitorios y zonas de descanso.
d) No dormir nunca con aparatos eléctricos en la habitación, ni con el teléfono móvil (ni mucho menos cargarlo en la misma habitación donde estamos durmiendo)
e) Realizar una Armonización geopática en toda la vivienda, para neutralizar tanto geopatías como energías perjudiciales de diverso orígen.
f) Ventilar mucho y dejar entrar la luz del sol.
g) Colocar plantas de interior que absorban las sustancias contaminantes ambientales.
h) Realizar un estudio de Feng Shui.
¿Necesitas Armonizar la Energía de tu Casa?
Con amor,
