Las casas encantadas


Me gustaría plantearte una pregunta. ¿Qué entiendes tú por “casa encantada”?

  1. ¿Una casa donde habitan espíritus?
  2. ¿Una casa donde se manifiestan fenómenos paranormales?
  3. ¿Una casa donde el mal rollo se palpa en el ambiente?

 

Si has escogido la primera opción, te tranquilizará saber entonces que el 95% de nuestras viviendas entrarían en la categoría de casas encantadas. 😉

Los espíritus que nos acompañan

Tenemos a nuestro alrededor un vastísimo mundo invisible. Dentro de ese mundo invisible entran todo tipo de ondas electromagnéticas (la radio, la televisión, el wifi, la telefonía…) y también todo tipo de energías sutiles (las que emitimos nosotros, los animales, las plantas, los devas, el inconsciente colectivo, los parásitos astrales, las formas-pensamiento…)

Y por supuesto, las almas desencarnadas que no han pasado a la dimensión a la que se supone que todos debemos ir cuando morimos.

Por la razón que sea, esas personas se han quedado aquí  (en la 3D), haciéndonos compañía.

¿Es positivo que estén aquí?

El mito de que un familiar fallecido se ha quedado a tu lado “para protegerte” está tan arraigado, que mucha gente considera este hecho como algo positivo.

Pero estas almas desencarnadas no te están haciendo ningún favor.

No te pueden ayudar a no ser que primero vayan a donde deban ir, y luego vuelvan (si quieren y si les dejan) como formas energéticas de una mayor vibración. Como seres más elevados. Pero primero deben irse, traspasar el umbral. Y luego si su misión es volver a tu lado en forma de guía espiritual… tranquil@ que ya lo harán. Y notarás que la energía que emiten es diferente. Más viva, más amorosa, más ligera.

Si las almas de personas fallecidas no se elevan y se quedan en nuestra dimensión, energéticamente llevan aún consigo la vibración de su personalidad terrenal.

Cada vez que entro en esta habitación me acuerdo de mi madre“. Claro, porque seguramente notes su energía, si ella sigue allí.

Tranquilo, es más normal de lo que parece

El objetivo de mi artículo no es alarmarte ni tampoco venderte la última app “caza-fantasmas” para tu móvil.

Solo quiero mostrarte que TODOS convivimos de manera natural con un montón de energías sutiles y entidades que, si las viéramos con nuestros ojos físicos, saldríamos huyendo despavoridos (yo la primera).

Imaginad qué aspecto tendría una energía de odio si la pudiéramos ver. No muy buena, ¿verdad?

¿Necesitas ayuda con tu casa?

Qué entiendo yo por casa encantada

Yo considero que una casa está encantada cuando la sensación que emana de ella es claramente mala, nociva, energéticamente tóxica.

Cuando sientes que ahí algo no va bien, pero de una forma muy evidente. Tienes ganas de salir por patas de allí.

Puede ser que no tenga fantasmas (aunque lo más probable es que si), pero seguramente ellos no sean la causa principal de esa sensación. Al menos, no son la única causa del mal rollo que sentimos en determinados lugares. Influirá:

  • la energía impregnada en las paredes, emitida por todas las generaciones de habitantes de aquel lugar.
  • la historia de todo lo que ocurrió allí.
  • las memorias acumuladas de dolor, muerte, tristeza, sufrimiento…

Mención aparte serían las casas que contienen portales dimensionales por los que entran y salen todo tipo de cosas. Por suerte yo todavía no me he encontrado con nada de esto, ¡menos mal!. 

(Actualización 4-9-2023) Desde la fecha en que escribí el artículo (2017) hasta hoy puedo decir que me he encontrado portales… ¡y muchos! 

Desde la pandemia, la actividad de portales se ha incrementado exponencialmente. 

He encontrado y cerrado portales en chimeneas cosmotelúricas, espejos, cuadros, armarios, routers e incluso lavadoras. Todo lo que puedas ver en Netflix se queda corto con lo que existe en la vida real-astral.

¿Y tú? ¿Has tenido experiencias en casas encantadas? ¿Si? Si quieres contármela, te espero abajo en los comentarios.

 

Con amor,

maribel bernal

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