– Tengo muchos enemigos.
– ¿Y eso? ¿Cómo lo sabes?
– Si. Porque me he peleado con mucha gente en el pasado y hay muchos que me odian.
– Pero… no lo entiendo. Si te odian tanto como para que sean tus enemigos, lo veríamos de alguna manera. No sé. Con anónimos, amenazas, insultos… y yo no veo que nadie se comporte contigo así.
– Ya…
– ¿No será que tú los odias a ellos?
– … podría ser.
– ¿Y no será que en el fondo te odias a ti mismo?
– …