
Los vampiros energéticos drenan y roban nuestra energía.
Una persona viva puede actuar como vampiro energético en muchas ocasiones. Pero también en el mundo astral existen multitud de seres invisibles al ojo… que nos pueden causar este tipo de malestar.
Vampirismo entre humanos
El vampirismo (energéticamente hablando) entre seres humanos es bastante habitual.
Partimos de la base de que somos seres energéticos y que nuestra aura está interactuando constantemente con las energías que tenemos alrededor, incluyendo las auras de otras personas.
Ante este hecho, actuemos siempre con humildad y naturalidad, ya que todos podemos comportarnos como vampiros energéticos en alguna ocasión.
Enganches por conflicto
Normalmente este tipo de vampirismo es temporal, y lo podemos encontrar entre personas vivas que se mueven en nuestro entorno más cercano: familiares, amigos, compañeros de trabajo, vecinos…
Si estamos fuertes, emocional y psicológicamente, nuestra aura también lo estará.
De manera que si tenemos un conflicto con alguien y se genera energía de ira, reproche, culpa, acusación, humillación… que se dirija hacia nosotros (bien sea consciente o no), podremos defendernos.
Esa energía tóxica rebotará y no tendrá efecto, o bien lo tendrá durante el tiempo en que le prestemos atención.
Si nuestra aura está débil o tiene fisuras, es posible que a través de alguna de ellas se produzca algún tipo de enganche energético con la otra persona.
Ese enganche provocará que tanto nosotros como la otra persona, no desconectemos mental ni emocionalmente del conflicto.
A través de él, la energía circulará de una persona a la otra. Y normalmente quien esté más obsesionado en el conflicto, quien le de más vueltas a la cabeza a lo que pasó y no pare de pensar en lo que le dijo o hizo el otro, será quien absorba la energía, quien vampirice.
Si no somos conscientes de que estamos “enganchados” con alguien cada vez iremos notando que nuestra energía es más baja… sin encontrar explicación a por qué estamos tan y tan cansados.
¿Qué puedo hacer, si sospecho que alguien se me ha enganchado?
La energía se mueve mediante las fuerzas de la atención y la intención. Por tanto, un sencillo ejercicio de visualización puede ayudar a cortar el vínculo tóxico que se ha generado entre nuestras auras:
Realiza varias respiraciones profundas, poniendo tu conciencia en el momento presente.
Imagina que estás conectado/a desde tu corazón, hasta el centro del corazón de la tierra. Y desde tu corazón, hasta el centro del corazón del universo. Te sientes conectado con el Cielo y la Tierra.
Imagina que tienes a tu lado a la otra persona, e intenta visualizar el enganche que os une. Puedes “verlo” como un cable, una cuerda, una cadena, un pegote… lo que te venga, dalo por válido.
Visualiza que CORTAS ese enganche entre los dos. Puedes hacerlo con una espada de luz, un rayo, unas tijeras… lo que te venga. Hazlo varias veces repitiendo en tu mente las palabras “CORTO Y LIBERO”.
Gracias, gracias, gracias.
Vampirismo kármico
Este tipo de vampirismo se diferencia del anterior en que no se trata de un vampirismo circunstancial (que se haya podido generar tras una pelea, un divorcio o similar), sino que parece que venga “desde que conozco a esa persona“.
Se da entre personas vivas que tienen conflictos pendientes de resolver de alguna otra vida anterior. Y que, debido a eso, en la vida actual mantienen conflictos constantes.
Personas que en vidas anteriores han sido víctima y verdugo, o perseguidor y perseguido, acusador y acusado, etc.
Son enganches más difíciles de localizar ya que no tienen una causa lógica: “¿por qué me tendrá tanta manía esta persona si yo no le he hecho nada?“.
Por ejemplo: puede ser un compañero de trabajo que no nos traga, un exjefe que nos haga la vida imposible, una suegra que critique constantemente a su nuera…
Personas tóxicas
Mientras que el caso anterior se da entre dos personas, una persona tóxica lo será con todo el mundo, ya que el problema radica en su forma de ser.
Son personas con gran poder de manipulación mental y emocional, que usan para conseguir sus objetivos.
No toman las riendas de su vida y siempre achacan la culpa a otros de sus desgracias, o bien se victimizan constantemente para atraer la atención de los demás.
Una persona tóxica puede llegar a vampirizarte energéticamente o no, pero si la detectas a tiempo lo mejor que puedes hacer es alejarte de ella.
Y si no puedes hacerlo porque la tienes en tu entorno familiar o laboral, puedes realizar el ejercicio de visualización que te propongo en este artículo.
Vampirismo astral
Aquí hablamos de seres del mundo invisible.
Entidades que se adhieren a nuestra aura y nos drenan la energía, “porque sí” (porque es su naturaleza, no pueden evitarlo).
Vampiros sexuales
Los íncubos (vampiros de polaridad masculina) y súcubos (polaridad femenina) son los tipos de vampiros astrales más conocidos.
En todas las culturas existen referencia a este tipo de seres que se aprovechan de nuestra energía sexual mientras dormimos.
Nos drenan la energía y nos levantamos cansados y sin fuerzas.
En ocasiones, incluso podemos visualizarlos en nuestros sueños. Pueden disfrazarse de personas conocidas que, en sueños, se acerquen a nosotros con intención de seducirnos. Algunas personas incluso reportan momentos de parálisis o de sentir como que una energía los inmoviliza o los oprime, mientras duermen.
Haber sufrido abusos sexuales en la infancia, o llevar una vida sexual caótica y desenfrenada, puede atraer a este tipo de entidades más fácilmente. La energía sexual es nuestra energía creadora, por tanto es un “caramelito” para muchos seres del astral.
Vampiros astrales
En este apartado un amplio abanico de seres de tipo parasitário que se enganchan a nuestra aura o a la parte etérica de nuestros órganos para alimentarse de la energía.
No suelen ser muy grandes, pero pueden actuar en grupo.
Estos vampiros se nos pueden enganchar fácilmente cuando conectamos con energías de baja vibración: ira, rabia, miedo, culpa, tristeza… por lo que la mejor defensa contra ellos es mantener una buena higiene emocional, hacernos de tanto una limpieza energética y procurar minimizar los factores que nos causen estrés.
Lux
Aquí encontramos a los vampiros astrales de más “caché”. Se trata de entidades plasmáticas que se pueden enganchar a nuestra aura con la intención de robarnos el alma.
Si, dicho así suena bastante heavy.
A ver. Es muy difícil robarnos el alma entera, a no ser que estemos a punto de morir y extremadamente débiles. Pero si que los Lux nos pueden provocar desplazamientos del alma de su eje, o incluso “secuestrar” algún fragmento.
Como en todo, si tenemos el ánimo arriba y el aura fuerte ya se nos pueden enganchar todos los luxes que quieran, ya que no nos afectarán. Pero si estamos pasando una racha de estrés o preocupaciones, el tener a estos seres cerca nuestro nos bajará la energía de forma muy notable.
Nos podemos sentir descentrados, como si no estuviéramos aterrizados del todo. Mareos sin causa aparente, bajones emocionales, desánimo extremo…
¿Cómo evitarlos?
Recuerda que eres un ser creador y que tu fuerza está en el enfoque y la intención. Aquí te dejo unas ideas que puedes hacer tú mismo, y si ves que necesitas algo más potente te recomiendo hacerte una limpieza energética a fondo.
Y sobre todo, NO OBSESIONARTE.
Este artículo es una guía de lo que puedes encontrar, pero no busca generar miedo sino conocimiento.
Recuerda: el conocimiento es poder. Y tú eres MÁS PODEROSO que ninguno de esos bichejos.
Con amor,

Gracias Maribel. Me ha llegado tu e-mail cuando lo claramente lo necesitaba.
Guau, es genial cuando se producen estas sincronias! Gracias por tu feedback.